lunes, 29 de marzo de 2010

La opcion centro es la opción país

Tigre, los comicios muestran que el péndulo impulsado hacia el fascismo desde el 2002, retorna al Centro, por la urgencia de construir consensos para soluciones estructurales. El conflicto está larvado por privilegios que siguieron intactos luego de la independencia, cuyo cuadro macabro de hoy, son veinte millones de pobres, ocho de ellos en la miseria. Significa que se requiere fabricar entre todos, talanqueras y cuñas con una masiva votación, para ubicar el poder en el sitial donde sea posible pensar el país para el bienestar colectivo, lejos de intereses de clase y de ideologías extremas. Es la hora de interpretar con armonía el concierto nacional. Asomemos escenas hacia el 30 de mayo.
Es cierto, Alcaraván, que la U elige el mayor número de congresistas, lo que sube a Santos. Es el efecto de la campaña de Uribe III, que lleva 4 años. Pero Santos no es Uribe y su imagen que carece de brillo, caerá indefectiblemente, dados los falsos positivos, la pésima imagen con los vecinos que lesiona la economía, la muerte de indígenas y de defensores de los derechos humanos, el incremento de los terratenientes y el agro ingreso seguro.
Uribe III casi gana la consulta azul. Nohemí queda con sus votos y los negocia con el mejor postor, el cual ahora es Santos. Lo ha hecho desde finales de los 80, desde Belisario hasta Uribe. Santos y Nohemí son la llave de la extrema derecha, para la segunda vuelta. Sin duda alguna, Uribe II acercará a ellos al PIN. Lo hizo antes y lo hace ahora. Son intereses y no ideologías, a los que juegan. Esa alianza ya probada, no le sirve al país. Vargas Lleras está lejos de sumarse a elos.
El Polo, Tigre, que merma su anclaje unitario al defenetrar a su gran figura Carlos Gaviria, no convence ni a su propia militancia, ni logra elegir a Dusán, su Presidente. A Petro le pasa lo de Santos, al quedar por fuera de la contienda el líder verdadero. La cesión del poder en Bogotá a la garosa Anapo, lesiona al Polo. Su postura ideológica en torno a la izquierda democrática, debería actuar históricamente y fortalecer para la primera vuelta a la Opción Centro, la cual, una vez en el poder, le abriría panorama. Petro debe comprender que ese es el querer de la mayor parte de su militancia.
El liberalismo, Alcaraván, debilitado por abandonar desde 1990 el centro izquierda, tiene nostalgia del poder. Trae con los godos el neoliberalismo, hace alianzas heterodoxas, permite la Catedral de Envigado, su liderazgo es con gamonales y ejercen el poder para el beneficio individual. Más de esa porquería no quiere el país. Pardo -derecha moderada- tiene débil su opción de poder y su favorabilidad está reducida. Debería aliarse con la Opción Centro que es más afín a la plataforma ideológica liberal y que hoy, detenta una favorabilidad mayor. Vargas Lleras -derecha clásica- que está disminuido, así se muestre feliz, aboga por una versión tan militarista como la de Uribe II, pero está en realidad lejos del PIN. La estirpe liberal de Vargas y Pardo, pueden fraguar un pacto útil a ambos.
Fajardo –quien medra por la gama- debería ceder a la opción centro por las afinidades, de no mediar, esa aura mesiánica paisa que se autogenera con su figura de papito descomplicado, pero que el pueblo bajó de la nube. Reciclar a Uribe I con palabras distintas, poco convence.
La línea centro de Mockus, Tigre, es la que escoge el Partido Verde y ésta emerge como el fenómeno avizor de un cambio necesario y posible, que requiere alianzas inteligentes, sin ceder los principios. Lo de buscar consensos es esencia del programa mockusiano. Si la demanda de cocaína no es controlada en los países consumidores, hay que llegar a un consenso íntimo que nos libre de una guerra inocua. Si nadie le pega a la mamá porque es un tabú, matar a otro, o robar al estado, hay que volverlos tabú, para evitarlos.
La golosina del poder, Alcaraván, afecta al líder porque un resultado, si no le es favorable “fuequequefueque”, pero cree, que para el 30 de mayo, se dará un resultado mejor. Si quienes no son de la derecha extrema van ciegos como ganado al rodeo, jugarán a la ruleta. No obstante, es de prever que Mockus, como lo expresa la tendencia, sea sorpresa en la primera vuelta y compita con la extrema derecha por la Presidencia. ¿Será que el pueblo elige de nuevo a sus verdugos, en vez de escoger la Opción País?

viernes, 19 de marzo de 2010

Los votos del Meta

Tigre, el mapa resultante de las elecciones, refuerza la orientación ideológica que lleva en el poder doce años. Es un ejercicio ultra conservador así tenga un presidente que escindió al partido liberal, modelo que se pretende perpetuar. En el Meta, Alcaraván, los elegidos deben superar a los anteriores. Veamos: Hugo forjado en el ideario liberal supera a Galvis que brinca como un gamo por la gama ideológica. Marcela de lejos supera a la muda Fabiola. Entre Luis Carlos y Maritza hay afinidades en torno al progreso del Meta, pero ella hereda de él una curul con el estigma de la flor de lis. Jaime Rodríguez refleja un compromiso mayor que Carmelo con los programas de la Gobernación.
En el país los favorecidos en la contienda que aspiran a la Presidencia, fundan el pulso en esgrimir quien es más godo que Uribe, es decir, quien tiene la capacidad de situarse más a la derecha de esa extrema derecha, o como dice Antonio Caballero, quien es peor que la opción negada por la Corte Constitucional, que era la de Uribe III.
Por todo lado es notorio Alcaraván, que ante la urgencia de la captura del voto, el empirismo reine, con ideas más enfocadas a realizar tareas en el ejecutivo, como si aspiraran a ser alcaldes o gobernadores. La polarización generada por la política militarista de seguridad democrática, primó en los discursos, sin asomar alternativas bonapartistas.
Otro chamuscado, Alcaraván, es Alan que se dejó contar. Sus candidatos naufragaron pese a sus feudos. Él avaló a dos clientelistas de marca mayor: Miguel Ángel Galvis -dueño del botín y de la gris burocracia cultural del Meta, le sonsacó gente del Polo, fracturó a la despistada ADEM y le birló a sus rivales la adhesión de los colegios privados- y para el Senado a Clara Pinillos, heredera del patriarcado del Tequendama hasta Girardot donde era amo su difunto marido Julio César Sánchez.
El gobierno y los barones electorales, Tigre, tienen influencia decisiva, la cual se evidencia en toda elección, acá y en la Cochinchina. Pero por estos lares, Alcaraván, esos patrones no siempre se cumplen, para bien de esta peligrosa democracia en peligro, como llama a nuestra débil democracia Alfredo Molano y que denuncia ante el mundo, incluso el aliado número uno como los Estados Unidos.
En el Meta el diputado Carlos Osorio le propone a la Asamblea que convoque a los Senadores electos con votos del Meta, para que se unan a nuestra agenda legislativa, la cual debe inscribir en el Congreso la Senadora Maritza Martínez el próximo 20 de julio. La iniciativa radica en el aporte de más de cuatro mil votos en el Meta a cada uno de los senadores electos como Andrade, Benedetti, Karime, Gilma, Cáceres, Lozano y otros como Piedad. Carlos Ramiro Chavarro, por ser Bachiller del Liceo Andino de Villavicencio, le gustaría participar. Dilapidamos con “las carlinas” y otros pescadores quemados, votos que sumados serían dos senadores más. La feria metense del voto, Tigre, fue impulsada por dirigentes empresariales y gremiales, once exalcaldes y políticos con curul en Asamblea y Concejos.
Es preciso, Tigre, forjar con inclusión perspicaz de la sociedad civil e incluso con los renegados, esa agenda legislativa. Es la única manera de reivindicar la misión senatorial y propiciar que ella confirme el liderazgo regional y lo gane a escala nacional. Sin ello, Alcaraván, el peso del estigma heredado, actuará como espada de Damocles sobre el Meta y los Llanos.

lunes, 8 de marzo de 2010

Meta 50, independencia 200

Tigre, en tres eventos se preparan 200 años de la Emancipación y 50 del Meta como departamento: La presentación de la “Revista Meta Colombia” el 3 de marzo con aspectos de la historia metense; “El Meta vive su historia”, acto promocional del Bicentenario, el 4 de marzo en “La Vorágine”; el XI Simposio Internacional de Historia de los Llanos Colombo-Venezolanos, en Támara, Casanare, del 17 al 20 de julio de 2010.
Se plantea, Alcaraván, reescribir la historia con la matriz de génesis, para suplir la distorsión de los sucesos. La historia colonial, presenta a los inquisidores como héroes y a los nativos -torturados y asesinados- como irracionales. Suplanta realidades y divide a los países con ancestros y cultura comunes. Incluso, Tigre, se inculca en las escuelas y se refuerza en los medios castrenses y previene los mandatarios contra los pueblos de vecindad, como ocurre en las cruentas guerras africanas. Los invasores dividen durante centurias a las etnias africanas, para facilitar que Europa los esquilme.
Es cierto, Tigre. Días antes del 4 de diciembre de 1998 me invita a Arauca el Gobernador Gustavo Castellanos, para redactar un texto sobre el entorno fronterizo. La cita a los mandatarios la hace el profesor Chávez, Gobernador de Barinas, con el fin de sugerir a su hijo acciones convivenciales en los espacios binarios. Hoy se nota el retorno a esa mentalidad militarista de finales del siglo XX, cimentada en una historia falaz, que se aleja del legado de Uslar Pietri.
La frustración, Alcaraván, se devela en: Pervivencia del esclavismo y del clero con los bienes de manos muertas hasta 1851. La plutocracia es la traición al ideario independentista. Su modelo genera Estratificación, marginalización, racismo y mantiene hasta hoy las guerras fratricidas.
El amo criollo en vez del amo chapetón, Tigre, implica traslape a la República de todas las instituciones coloniales, con nuevos verdugos nostálgicos por su progenitor español, que los trata como parias. El criollo empoderado niega reivindicaciones al gentío materno, al indio, al negro, al mulato, al mestizo.
Surge para izar en esta coyuntura, Tigre, la era de la historia matria, teoría y método del historiador Isaías Medina Rubio, que sustituye a la historia patria. Arturo Álape y Alfredo Molano, Alcaraván, son dos historiadores premonitores de la tendencia.
La egregia figura del Libertador, Alcaraván, cuya imagen es literaria y no histórica, mitológica más no verdadera, hay que verla en su época, en la cual los mantuanos de Caracas, deseaban la independencia, pero amaban la Corona. Esa confusión crea una discrepancia radical y es el germen de la guerra intestina, a partir de la Constitución Boliviana, que planteaba entronizar a Bolívar como Rey. El líder dilapida así, la noción histórica de La República.
Publicar y enseñar la versión de los verdugos, Tigre, como se ha hecho, elude el filón de la verdad de los pueblos. Es una historia, a escondidas de la Historia.

Efemérides del grito de independencia

La convocatoria sobre el Bicentenario, Alcaraván, que revive la importancia de la historia, tiene que servir para impulsar un cambio en su didáctica, método y sustancia. Muchos historiadores, Tigre, han erigido un mito sobre la Independencia que se iza patrioteramente, ocultando la traición al sustrato reivindicatorio.
Los grandes sucesos como a los hombres célebres, Alcaraván, es urgente quitarles el ropaje de la leyenda. Es el caso de los libertadores, que en esa sublimación quedan al margen el Memorial de los Comuneros, Los Derechos del Hombre, las Capitulaciones del Puente del Común y el Memorial de Agravios, en los que se pedía abolir la esclavitud, que los bienes de manos muertas fueran a las familias y no al clero, que se diera apoyo a los artesanos, que se rebajaran los impuestos al tabaco y al aguardiente, que las provincias tuvieran autonomía, que hubiera oportunidad de poseer tierra para cultivar.
Es raro Alcaraván, el trato excluyente de los Llanos durante la República, pese a la decisiva participación de los llaneros en los ejércitos formados por Santander y liderados por Bolívar. La historia que se enseña, suplanta realidades y divide a los países con ancestros y cultura comunes. Incluso, se inculca en las escuelas y se refuerza en los medios castrenses y previene los mandatarios contra los pueblos de vecindad, como ocurre en las cruentas guerras africanas.
¿Recuerdas Tigre el debate del IV Simposio de 1995 en San Martín, entre las Academias de Historia que defendían la Cátedra de Historia en el currículo de la educación y los profesores de sociales, que esgrimían la necesidad de abolirla, con el argumento que los contenidos y pedagogía daban información falsa y amañada? Publicar y enseñar versiones ajenas a la verdad histórica, niega la autenticidad de los hechos.
La plutocracia instaura la monarquía civil con la heredad filial del poder, Alcaraván, lo cual niega el ideario independentista. Es la expresión criolla de la Corona, el cual se inicia en la costa, se extiende por todas partes llega a los Llanos, donde el precursor en los cincuentas es “Tartajas” y al final de los ochentas “El Botracio”.
El amo criollo en vez del amo chapetón, Tigre, traslapa a la República todas las instituciones y Leyes coloniales, de la mano de verdugos nostálgicos de su progenitor español, que los trataba como parias. El criollo empoderado es cruel con el gentío materno y con el indio, el negro, el mulato y el mestizo, lo cual genera estratificación, marginalización, racismo, exclusión.
El Libertador cuya imagen es más literaria que histórica, más mitológica que humana, Alcaraván, hay que verla en su época. Los mantuanos de Caracas, deseaban la independencia, pero amaban a la Corona. Esa confusión sobre la esencia de la Independencia y la transformación buscada en beneficio de los habitantes, es el germen de la guerra intestina.
A partir de la Constitución Boliviana, que planteaba entronizar a Simón Bolívar como Rey, Tigre, queda perdido el impacto de la independencia. La República entonces se siembra sobre peligrosas arenas movedizas. El líder dilapida así la esencialidad de la lucha y refunde el significado histórico de la emancipación. La Nación se fractura entre los partidarios de la Colonia que son centralistas y los que anhelan las reivindicaciones independentistas que deciden conformar una República Unitaria, dividida Estados Soberanos, uno de ellos el de Cundinamarca, que anexa el territorio del Meta en 1819.