martes, 1 de junio de 2010

Del temor a la esperanza

Alcaraván, en mayo treinta Uribe II pone votos de carnita y huesitos, lo cual catapulta al candidato de la oligarquía: Los de la formidable máquina de la U, más del millón de sufragios del PIN, el millón y pico de godos de uribito más otro tanto sonsacados a Nohemí, más los cavernarios del congreso. El santo costal ya está copado. Los politiqueros de los antiguos partidos tradicionales, que ya votaron por el continuismo, hacen alharaca para caerle al mogollo, como si pudieran sumar dos veces. El desafío final se juega el 20 de junio, entre el pensamiento profundo ajeno a la demagogia que siembra en el colectivo la esperanza reivindicatoria, contra un nuevo delfín con rabo de paja, trocado en adalid de la monarquía civil.
Mockus, Tigre, evitará el retorno al escenario secuestrado del año 2002. Insiste en generar la minga contra los violentos, la extorsión y el secuestro. El país dirime, si la jugarreta es con la compra de congresistas o si es preciso forjar alianzas con Partidos sólidos. El pueblo escoge entre: Meritocracia o clientelismo, respeto o abuso, inclusión o paternalismo, minga o rapiña, legalidad o atajo, derechos o asistencialismo, la vida o la supresión, recursos públicos sagrados o enriquecimiento ilícito.
Alcaraván, se trata de un reto al poder atornillado en la “República Señorial”, forjado en torno a forjar un país sin degradación humana, ni depredación de la biodiversidad, como efectos codiciosos del mercado. El eco en departamentos como el Meta, que ha sufrido asedios históricos infames, es un hecho sensible que requiere generar soluciones prontas, una de ellas, el limitar la enorme influencia del tráfico de alcaloides, mediante una minga que trace el rumbo.
Tigre, la lucha sigue latente y hay dos modelos antagónicos: Uno, del oligopolio, patrón de las decisiones del ejecutivo, con un regente ganancioso en el “encuentro de ida” y otro, el de Mockus, que coloca el bien colectivo por encima del bien particular, cumplirá con desarrollar el Estado Social de Derecho, como precepto constitucional.
Alcaraván, se sabe que la Corte Electoral negará las credenciales a un buen número de congresistas electos incursos en la parapolítica, por lo cual ellos deben renunciar a las curules, para evitar que los Partidos pierdan las curules por la “silla vacía”. Como efecto, es posible que los Partidos se consoliden, para las alianzas con Mockus, en vez de pactos clientelistas “non sanctus”.
Sabemos Tigre, que la abstención, solo la puede reversar Mockus quien cumplirá con la Constitución de 1991 que es favorable al país, a la gente. El 53% abstencionista vive en la otra Colombia, la excluida, la desplazada. La abstención, le niega un buen futuro a los jóvenes, pero éstos, no votaron en la dimensión requerida, más por descuido que por su manifiesto anhelo de cambio. El 20 de junio, con la otra Colombia, así como con los demócratas del Polo, del liberalismo y de los radicales liberales, haremos posible la esperanza.