martes, 31 de agosto de 2010

Los torvos manejos del petróleo

El debate, Tigre, desdeña el saqueo artillado de las regalías orquestado por el “Centro”. Hay ceguera en mirar el impacto desgarrador a la sociedad y la economía tradicionales. Sopesar lo ruin del ELN y las FARC que aterrizan en los Llanos desde los santanderes y, los paracos desde Urabá, que siguen con masacres, extorsiones, paros armados y secuestros.
Se ve rara la inversión de la Alcaldía de Arauca hace 23 años, en un coliseo, un velódromo y una piscina con olas. En Bogotá, los clubes y los colegios del norte tienen, cada uno, sofisticados coliseos, estadios y piscinas. NI hablar de las ostentosas Cajas de Compensación. En marzo de 2010 los Juegos Suramericanos de Medellín, se tiran $300.000 millones y allí es felicidad pura. El raponazo de Uribe a sesenta y cinco mil millones en 2004, es televisado. Uribe convence al Gobernador sobre la bondad de entregar esa dinerito a los ingenieros militares para la vía Tame-Arauca y el gobierno nacional pone cien mil millones. Éste ingenuamente firma. A los dos días lo echa. La vía sigue inconclusa.
Existe, Alcaraván, la extorsión sistemática que hacen en la cúpula a gobernadores y alcaldes, so pena de congelar el giro de regalías, demorar el trámite de proyectos. Se blande la amenaza de destitución. Los citan en Bogotá y les instruyen clandestinamente, sobre los contratos a adjudicar. En el caso de La Macarena, congelan los giros y los tecnócratas ejercen como jueces.
Tigre, este debate deja al lado: La vertiginosa extracción; el escalamiento que hace relación inversa con el volumen de producción; el Fondo Nacional de Regalías FNR, el Fondo de Inversión Regional FIR; el Fondo de Estabilización con dólares en el exterior que respaldan la deuda externa; el holocausto ambiental.
El debate integral debe incluir a los derivados. El subsidio, Alcaraván, es grosero engaño. El precio de la gasolina en la frontera, Tigre, lo aclara: Tanquear un vehículo de quince galones en Guasdualito vale siete mil pesos. Un galón acá ocho mil pesos.
Crear el Fondo de Compensación Regional, Alcaraván, es la nueva estratagema del saqueo. El FNR tiene hoy congelados 2 billones de pesos, fondeando bancos privados; el FIR desde enero del 2001, se adueñó de los recursos regionales; el Fondo de Estabilización Petrolera tiene multimillonarias reservas en dólares.
La desinformación, Tigre, convierte a las víctimas en victimarios. El gas sale gratis desde el Llano, hace más de veinte años, pero eso lo ocultan. Las fiducias tienen un determinador paisa muy popular, pero lo sucio nos queda. la sobretasa a la gasolina, se desvía sin mejorar la red vial urbana; la doble calzada se financia con regalías del Meta.
Alcaraván, lo certero es que ponemos el culo y la saliva, porque pese a que regalamos el gas y les posibilitamos a todos regalías, seguimos con el lodo en la cara. Publicar que las regalías financian a las AUC, es perverso: El candidato de Uribe en el Meta 2004-2007, financiado por los urabeños, fue derrotado.
Tigre, abogo por cambiar el vocablo colonial de regalías, por el de derechos, cuya connotación respeta a las regiones, donde la extracción minera, es siniestra. Hay que cobrar derechos por el gas. Abogo porque las vías con sus puentes, sean reparadas con aporte de las petroleras, con cargo a sus cuantiosas ganancias.

El País del Orinoco

Tigre, los crónicos abusos del “Centro” justifican el País del Orinoco. Nos copa la paciencia ser objeto del modelo extractivo: Durante centurias se llevan zarzaparrilla, quina, oro, maderas, látex de caucho, alcaloides, carnes, frutas, verduras, yuca, plátano, aceite, petróleo, gas, coltan y un flujo enorme de capital. Todas las relaciones son dependientes, desde el chuparse las aguas de Chingaza, el gas de Apiay y eliminan las plazas de mercado, escenario del mercado campesino. Se recibe a cambio látigo y escremento.
El centro, Alcaraván, manipula y raponea, en vez de gobernar. El modelo en lo social genera miseria y violencia mientras pocos se enriquecen. El enfoque fiscal es torpe y crea un enorme déficit por el macro-cefálico aparato propagandístico de la Presidencia. Por eso le echan mano al dinero ajeno. La oleada migratoria enferma, con hambruna y sin trabajo, impacta negativamente. La biodiversidad sucumbe. Es un Estado incompetente para resolver los urgentes problemas de la gente, porque cree que la fuerza y la coerción, en vez de la equidad, son las medidas para ejercer el control social.
El gobierno nacional, Tigre, perpetúa las redes de mediación para congelar soluciones estructurales como la concentración de la tenencia de la tierra, las relaciones sociales de producción, la concentración del poder, la legalización del mercado de los alcaloides, el clientelismo.
Esas redes, Alcaraván, como lo advertimos, son inocuas por su carácter asistencialista. Acá son, CORDEPAZ, Laboratorio y Observatorio de Paz, Consejerías de Paz, Personerías, Defensorías del Pueblo o el burocrático Plan de Consolidación de la Macarena, gerenciado desde arriba y desde afuera. Ellas camuflan el conflicto, el cual sigue intacto en su causalidad y tal vez se ha mutado, así nos inviten a hacer como el avestruz. Entre todos, no sacan un burro del coso.
Esa maraña, Alcaraván, de distractores que engañan, de culpabilidades que nos achacan como taras, colocan a los Llanos en minusvalía, para que la plutocracia reine, asalte los recursos ajenos y nos endilgue los males que ella causa. El modelo aristocrático excluye del poder al Llano y margina la población autóctona.
Somos, Tigre, altivos pese al oprobio, con paisaje hermoso pese a la avidez depredadora, con ingentes riquezas a pesar de la desmedida extracción, estamos asidos a la formidable cultura del joropo. Nos enorgullecen las gestas emancipadoras así éstas hayan sido traicionadas y ejercemos el respeto a la palabra que se halla moribundo y defendemos en la trashumancia, la libertad.
Es hora, Alcaraván, de salir de la expoliación. Es tiempo de expulsar a los atracadores del centralismo. Es oportuno pensar el País del Orinoco. Es útil analizar la escisión de un Estado que carece además de noción espacial de su territorio, razón por la cual cree que sus regiones son el barranco de las eses.
Es hora de saber que la soberanía reside en el pueblo y no en la monarquía civil, ni en los negociantes de la política, que “invierten” $800 millones en un diputado y $10.000 millones para elegir un gobernador, lo cual inicia el carrusel de la corrupción. Esta lucha, Tigre, apenas comienza y hay moros en la costa.