lunes, 8 de marzo de 2010

Meta 50, independencia 200

Tigre, en tres eventos se preparan 200 años de la Emancipación y 50 del Meta como departamento: La presentación de la “Revista Meta Colombia” el 3 de marzo con aspectos de la historia metense; “El Meta vive su historia”, acto promocional del Bicentenario, el 4 de marzo en “La Vorágine”; el XI Simposio Internacional de Historia de los Llanos Colombo-Venezolanos, en Támara, Casanare, del 17 al 20 de julio de 2010.
Se plantea, Alcaraván, reescribir la historia con la matriz de génesis, para suplir la distorsión de los sucesos. La historia colonial, presenta a los inquisidores como héroes y a los nativos -torturados y asesinados- como irracionales. Suplanta realidades y divide a los países con ancestros y cultura comunes. Incluso, Tigre, se inculca en las escuelas y se refuerza en los medios castrenses y previene los mandatarios contra los pueblos de vecindad, como ocurre en las cruentas guerras africanas. Los invasores dividen durante centurias a las etnias africanas, para facilitar que Europa los esquilme.
Es cierto, Tigre. Días antes del 4 de diciembre de 1998 me invita a Arauca el Gobernador Gustavo Castellanos, para redactar un texto sobre el entorno fronterizo. La cita a los mandatarios la hace el profesor Chávez, Gobernador de Barinas, con el fin de sugerir a su hijo acciones convivenciales en los espacios binarios. Hoy se nota el retorno a esa mentalidad militarista de finales del siglo XX, cimentada en una historia falaz, que se aleja del legado de Uslar Pietri.
La frustración, Alcaraván, se devela en: Pervivencia del esclavismo y del clero con los bienes de manos muertas hasta 1851. La plutocracia es la traición al ideario independentista. Su modelo genera Estratificación, marginalización, racismo y mantiene hasta hoy las guerras fratricidas.
El amo criollo en vez del amo chapetón, Tigre, implica traslape a la República de todas las instituciones coloniales, con nuevos verdugos nostálgicos por su progenitor español, que los trata como parias. El criollo empoderado niega reivindicaciones al gentío materno, al indio, al negro, al mulato, al mestizo.
Surge para izar en esta coyuntura, Tigre, la era de la historia matria, teoría y método del historiador Isaías Medina Rubio, que sustituye a la historia patria. Arturo Álape y Alfredo Molano, Alcaraván, son dos historiadores premonitores de la tendencia.
La egregia figura del Libertador, Alcaraván, cuya imagen es literaria y no histórica, mitológica más no verdadera, hay que verla en su época, en la cual los mantuanos de Caracas, deseaban la independencia, pero amaban la Corona. Esa confusión crea una discrepancia radical y es el germen de la guerra intestina, a partir de la Constitución Boliviana, que planteaba entronizar a Bolívar como Rey. El líder dilapida así, la noción histórica de La República.
Publicar y enseñar la versión de los verdugos, Tigre, como se ha hecho, elude el filón de la verdad de los pueblos. Es una historia, a escondidas de la Historia.

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