martes, 8 de noviembre de 2011

Marcelino Sosa

La semana pasada hubo en Villavicencio, una cumbre étnica de la Orinoquia y de la Amazonia, dado que la reciente Ley de Tierras se hizo contra los pueblos indígenas y sus resguardos. Sigue la colonia.
Un caso, es el de Marcelino Sosa, líder sikuani y escritor. Su etnia, lo elige como alcalde de Cumaribo –casa de moriche- pueblo indígena del Vichada fundado por Nicolino Mattar Chipiaje y gobierna según los códigos culturales del saber empiro-mágico.
El desdén por el país multiétnico y pluricultural, la exclusión del pensamiento indígena y el racismo, lo tienen en la cárcel. Tiene 74 años y está en La Picota, condenado a 42 años. En su defensa desde Matavén, escribió en 2007, que a él lo debe juzgar su pueblo.
El estatus de un alcalde étnico, debe ser el de un indígena alcalde y jamás, el de un alcalde indígena. El estudiante indígena, es un indígena estudiante; de lo contrario lo masacra el profesorado feudal. La agresión, el constreñimiento y el desplazamiento que sufren las etnias, muestran que el sistema judicial cree que la Constitución del 91, es letra muerta: ¡La ley se obedece, pero no se cumple!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario